Fuente: DW Documental
Venecia está inundada y ha declarado el estado de emergencia. La ciudad de los canales es un ejemplo del tesón humano por dominar la naturaleza. En realidad Venecia no debería existir, ya que fue construida sobre una laguna pantanosa.
Hace más de 1.000 años surgieron las primeras cabañas de madera sobre pequeñas islas en medio de una laguna del norte de la costa mediterránea italiana: fueron las precursoras de la Venecia de hoy. Más tarde, debido a la falta de espacio, siguió la urbanización de nuevas superficies artificiales. Sin embargo, su construcción no fue fácil.
El fondo de la laguna está formado por sedimentos y barro, una superficie en constante movimiento. Y aun así los maestros constructores venecianos lograron erigir sobre estos terrenos inestables los palacios, torres y catedrales de Venecia.
Toda la ciudad se alza sobre una base de millones de pilotes de madera que anclan los edificios al fondo de la laguna. Las casas mismas están diseñadas para que puedan compensar movimientos de la magnitud de un terremoto sin sufrir daños sustanciales. Pero el agua sobre la que los venecianos construyeron su ciudad se ha convertido en una amenaza cada vez mayor. Y no se puede pasar por alto que la industrialización ha alterado el equilibrio natural de la laguna, causando un hundimiento del fondo y cambiando la acción de las mareas. Como resultado, el nivel del agua en los canales de la ciudad ha aumentado 24 cm desde el inicio de su construcción. Además, los grandes cruceros y los miles de taxis acuáticos que transportan masas de turistas provocan constantes movimientos de agua y el cambio climático causa una subida en el nivel del mar.
Urbanistas, científicos medioambientales, arquitectos e ingenieros están buscando desesperadamente soluciones para proteger Venecia y sus edificios de su gradual hundimiento.
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